En meses anteriores pensaba en las ventajas para México con uno u otro de los dos aspirantes a presidente de los Estados Unidos.
Hoy creo inútil revisar el tema, pues los cambios que impulsa el nuevo gobierno en nuestro Sistema de Justicia y la Supremacía del Poder Legislativo sometido a su vez al Poder Ejecutivo nos llevará de forma irremediable a una situación de caos e inestabilidad que nadie en su sano juicio querrá invertir en México.
Nadie se arriesga con el poder en una sola persona.
Es cierto que en México, por muchos años, así se gobernó, pero de 1982 a la fecha ha evolucionado todo, y el país se multiplicó por seis.
Ahora regresamos al autoritarismo de los años de Echeverría.
Y el retroceso parece inevitable.
Todo se irá por el caño de la izquierda.
Que pareciera que opera como extrema derecha.
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