En un comunicado, Grupo Elektra aseguró que sus accionistas consideran que el precio ofrecido por sus acciones es dramáticamente inferior al que quisieran.
CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de un largo pleito legal con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para mantener bloqueada la cotización de sus valores, Grupo Elektra, del multimillonario Ricardo Salinas Pliego, finalmente anunció que se retirara de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) el próximo 27 de diciembre.
En un comunicado difundido hoy, la rama financiera de Salinas Pliego –con Banco Azteca y las tiendas Elektra, entre otros— anunció que llevará a cabo una Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de Accionistas el 27 de diciembre, en la cual se aprobará la privatización del grupo y la cancelación de la entidad ante el Registro Nacional de Valores.
Grupo Elektra se quejó de que el mercado “no maximiza el valor de la entidad, tanto en lo digital como en lo físico a nivel nacional e internacional”. En otras palabras: los accionistas de Grupo Elektra –es decir, Ricardo Salinas Pliego y su familia– consideran que el precio ofrecido por sus acciones es inferior al que quisieran.
La decisión de retirar definitivamente a Grupo Elektra de la BMV representa el capítulo más reciente de una historia que se remonta a julio de 2021, cuando una compañía personal de Ricardo Salinas Pliego, llamada Corporación RBS, S.A. de C.V., obtuvo un crédito de 110 millones de dólares de una compañía llamada Astor Asset Management. Como garantía, la empresa de Salinas Pliego dejó 7 millones 204 mil acciones de Grupo Elektra en prenda.
Durante los siguientes tres años, la empresa prestamista vendió las acciones de Grupo Elektra paera recuperar el préstamo, sin avisarle a Salinas Pliego. Cuando los abogados del multimillonario se percataron de que las acciones se estaban vendiendo, demandaron a la empresa en Londres, y pidieron a la BMV suspender la cotización de Elektra, para impedir nuevas operaciones bursátiles.
El pleito con Astor Asset Management escaló: los abogados de Salinas Pliego acusaron a la empresa de tener secuestradas las acciones, mientras que la compañía inglesa ha denunciado que Grupo Elektra había inflado de manera “drástica” el valor de sus acciones, que se venden por un precio cuatro a cinco veces superior al real.
El propio Salinas había provocado la suspensión de la cotización en julio, cuando acusó a un acreedor de utilizar las acciones de la empresa para financiar un préstamo de US$110 millones.
Los abogados del multimillonario dijeron que la mayoría de las acciones parecían haber sido vendidas, haciendo bajar el precio de los títulos, y que el acreedor se había embolsado el resto. El acreedor ha negado haber cometido delito alguno.
En México, Grupo Elektra obtuvo amparos para obligar la BMV a congelar la venta de sus acciones, y evitar así el desplome de su valor, que implicaría una caída en la fortuna personal de Salinas Pliego, dueño de más del 80% de las acciones del grupo.
El pasado 22 de noviembre, la CNBV levantó la suspensión de la cotización, con lo que volvió a colocar las acciones de Elektra en el mercado, lo que llevó Grupo Elektra a emitir comunicados para quejarse de la decisión de la autoridad; advirtió que liberar las acciones generaría “condiciones contrarias a los sanos usos o prácticas de mercado” así como “daños irreparables para la empresa”.
De hecho, el regreso de Grupo Elektra en la bolsa generó un colapso del sistema en medio de un estira y afloja con los reguladores por una prolongada suspensión de las operaciones en las acciones. Las acciones del conglomerado de Salinas Pliego se ofrecían a un precio inferior a la mitad de lo que valía la misma acción antes de julio, lo que activó un mecanismo de la BMV y provocó la suspensión automática de la cotización de Grupo Elektra los pasados 22, 25 y 26 de noviembre.
“El mercado no maximiza el valor de la entidad”, dijo Elektra en la presentación, señalando que más del 95% de los accionistas han expresado interés en que la empresa pase a ser privada.
Extraña suspensión de Elektra, de Ricardo Salinas Pliego
Las autoridades llevan días intentando levantar la suspensión a las acciones de Elektra, solo para rendirse cuando las órdenes de compra llegan a las pantallas de negociación en la preapertura
Ricardo Salinas Pliego no es ajeno a las polémicas y las crisis. Durante décadas, el empresario se ha peleado con socios, inversionistas y reguladores mientras construía un imperio que lo convirtió en la tercera persona más rica de México.
Pero incluso para Salinas, la situación financiera actual es grave, y también un poco extraña.
Ello se debe a que la mayor parte de sus US$10.500 millones está vinculada a una empresa, Grupo Elektra, cuyo valor está a punto de desplomarse en cuanto vuelva a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores.
Aquí es donde las cosas se ponen raras. Las autoridades llevan días intentando levantar la suspensión de cotización de las acciones impuesta en julio, solo para rendirse cuando las órdenes de compra llegan a las pantallas de negociación en la subasta de preapertura.
El problema: las ofertas son tan escandalosamente bajas, inferiores al 50% del valor de la acción en julio, que el disyuntor del mercado diseñado para prevenir la volatilidad se activa de inmediato y la acción se detiene de nuevo sin que se produzca una sola transacción.
Así que, por razones de contabilidad oficial, las acciones de Elektra siguen valiendo los mismos MXN$944,95 pesos a los que cotizaban el 26 de julio, y el patrimonio de Salinas permanece, precariamente por ahora, intacto.
La causa de la prohibición inicial fue, como muchas cosas que involucran a Salinas, un poco misteriosa.
En otro giro inusual, los abogados de Salinas están luchando en los tribunales para evitar que las acciones se negocien. El viernes 22 de noviembre por la mañana, Elektra dijo que reanudar la cotización causaría “daños irreparables a la empresa” y añadió que la bolsa y los reguladores serían responsables de cualquier “efecto adverso”. Se trata, según los analistas, de una jugada no tan velada para evitar que el precio de las acciones se desplome.
“Es una jaula dorada: se ve muy bonita, pero sigue siendo una jaula”, dijoCarlos Legaspy, director ejecutivo de la corredora de bolsa Insight Securities Inc.
Un portavoz del multimillonario no respondió a las solicitudes de comentarios sobre Elektra o su patrimonio.
Batallas legales
Salinas ha ganado causas judiciales contra la Bolsa Mexicana en el pasado. En 2012, sus abogados presentaron demandas contra funcionarios de la bolsa y lograron detener un intento de eliminarla del mismo índice. Los funcionarios alegaron que la empresa estaba manipulando la cantidad de acciones flotantes para ayudar a mantener su inclusión en el índice de referencia.
Salinas controla casi el 80% de las acciones en circulación de Elektra, según datos recopilados por Bloomberg, y ha recurrido a esa participación para pedir dinero prestado y mantener el extravagante estilo de vida que representa con su personaje en línea de “Tio Richie”.
Su participación en la empresa, que ofrece de todo, desde electrodomésticos a teléfonos y motocicletas, y también incluye sucursales de Banco Azteca, representa tres cuartas partes de su patrimonio neto, según se observa en los datos.
“Si utilizas tu imperio en ciernes como una alcancía personal, las cosas pueden volverse problemáticas con el tiempo”, sostuvo Diego Ferro, fundador de M2M Capital, una empresa de inversiones con sede en Nueva York centrada en mercados emergentes.
Reclamaciones fiscales
Mientras tanto, Salinas enfrenta otro posible golpe a su patrimonio. Desde el año pasado, el multimillonario se ha visto envuelto en un enfrentamiento cada vez más acalorado con el gobierno por miles de millones de dólares en reclamaciones fiscales.
El gobierno afirma que cuatro de sus empresas deben unos 63.000 millones de pesos (US$3.000 millones) en impuestos en 17 casos diferentes que se remontan a 2008. Salinas ha argumentado que el gobierno está tratando de “cobrarnos dos veces” al no reconocer las deducciones por pérdidas.
Tras años de batallas judiciales, varias demandas contra Elektra están en sus apelaciones finales ante la Suprema Corte de Justicia, que podría fallar en los próximos meses.
Incluso con la congelación de acciones, el patrimonio neto de Salinas ha caído un 28% este año, desde los US$15.600 millones, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
Por doloroso que pueda resultar el impacto financiero, Legaspy, el director ejecutivo de Insight Securities, dijo que hay una cosa de la que está seguro cuando se trata de alguien tan resiliente y adinerado como Salinas: “Sobrevivirá”.
Con información de Bloomberg / Proceso y AP