Rusia ataca Kiev en represalia por el uso ucraniano de misiles de fabricación occidental

MOSCÚ.- El ejército ruso ha llevado a cabo ataques con misiles contra objetivos en Kiev, en respuesta al uso de misiles fabricados en Estados Unidos y el Reino Unido por parte de Ucrania para atacar territorio ruso reconocido internacionalmente, ha dicho el Ministerio de Defensa en Moscú.

De acuerdo a un cable de la agencia RT, fue el miércoles, cuando Ucrania disparó seis ATACMS donados por Estados Unidos y cuatro misiles de crucero Storm Shadow lanzados desde el aire fabricados por el Reino Unido, proporcionados a Ucrania por Londres, en la planta química de Kamensky en la región de Rostov, en el sur de Rusia, dijo el ministerio.

En represalia, el ejército ruso ha atacado un centro de mando ucraniano y ha apuntado a instalaciones de sistemas de misiles antiaéreos Patriot suministrados por Estados Unidos, afirmó Moscú este viernes.

«En respuesta a las acciones del régimen de Kiev, apoyado por sus curadores occidentales, esta mañana se lanzó un ataque combinado con armas de precisión de largo alcance», decía un comunicado del Ministerio de Defensa.

Se dirigió a la oficina de diseño de Luch en la capital ucraniana, que produce sistemas de misiles Neptun y Olkha, dijo el ministerio.

«Los objetivos del ataque se lograron. Todos los objetivos fueron golpeados», agregó el comunicado.

Los testigos informaron haber escuchado fuertes explosiones en varias áreas de Kiev el viernes por la mañana.

El ataque con misiles fue confirmado más tarde por la administración militar de la capital ucraniana y el alcalde de Kiev, Vitaly Klitschko.

La postura de Moscú hacia «otra espiral de escalada» causada por la aprobación de Occidente de los ataques ucranianos en las profundidades de Rusia es bien conocida, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a los periodistas el viernes.

«Sabes que se habían llevado a cabo ataques en el territorio de Rusia. El presidente Vladimir Putin dijo que habría una respuesta [a tales ataques] cada vez. Ves que esta respuesta está llegando», enfatizó Peskov.

El mes pasado, el presidente saliente de los Estados Unidos, Joe Biden, revirtió su política de larga data y permitió a Ucrania llevar a cabo ataques en lo profundo del territorio ruso con armas suministradas por Estados Unidos. Aprobaciones similares pronto llegaron del Reino Unido y Francia.

En noviembre, Rusia utilizó su nuevo sistema de misiles balísticos hipersónicos Oreshnik, golpeando la planta militar de Yuzhmash en la ciudad ucraniana de Dnepr.

Según Moscú, el despliegue del arma de última generación fue una respuesta a los primeros ataques a su territorio reconocido internacionalmente con ATACMS y Storm Shadows.

El presidente ruso Vladimir Putin advirtió en ese momento que si los ataques ucranianos en las profundidades de Rusia continúan, Moscú se reserva el derecho «de usar nuestras armas contra las instalaciones militares de aquellos países que permiten el uso de sus armas contra nuestras instalaciones».

Sin embargo, Ucrania ha lanzado desde entonces varios otros ataques con armas de fabricación occidental, y Moscú advirtió que tampoco se dejarán sin respuesta.

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