Sin magia, sin convencer y con recursos ya trillados desbaratan el mítico cuento de los Hermanos Grimm
Muchas controversias a nivel mundial ha destacado la adaptación de un cuento animado ya clásico y que es parte de los inicios de un monstruo de la industria del entretenimiento como es actualmente Disney.
Sí, no es reciente el cuento original de Disney, Blanca Nieves y los 7 enanos, data ya de 1937, aunque sus orígenes corresponden a los Hermanos Grimm allá por 1812, pero Cuando Disney anunció por primera vez, hace casi una década, la ambiciosa adaptación de su clásico animado parecía una apuesta segura y exitosa para el estudio.
Los ingredientes existían: Una historia interesante, muchos elementos mágicos como una madrastra bruja, con el malvado personaje del espejo y toda esa carga de efectos que el cine de hoy nos ha maravillado.

También, la interacción de 7 enanos con personalidades contrastantes y detonadores de grandes acciones extraordinarias que pudieran brindar, pero los asistentes a la sala de cine se quedaron con las ganas.
Pero no, el director del filme Marc Webb con el guión de Greta Gerwing decidió recurrir a un musical más como tantos otros han inundado la industria del espectáculo y que destrozaron este que sin duda es un maravilloso cuento.
Sí, Rachel Anne Zegler (Shazam, Los Juegos del Hambre) en el papel de Blanca Nieves, lo mismo que su antagónica, la malvada madrastra Gal Gadot cumplen a cabalidad con sus papeles asignados, a pesar de las cargas raciales, políticas o religiosas que quisieran endilgarles. Las cosas no son nada favorables para Andrew Burnap (Jonathan) que ni malvado, ni galán de Blanca Nieves, ni sin dotes actorales posee para quedar en un plano menor incluso que ni a secundario llega.
El problema al final de cuentas fueron las enormes limitaciones de su director para desarrollar lo que pudiera ser una entretenida y maravillosa historia que podría haber regresado como una de las favoritas de chicos y grandes y que ya la tenía en un lugar muy especial con aquel cuento animado original de Disney de 1937.
Con esta nueva propuesta que ni ha remake llegó, utilizó machacados recursos como los musicales (a menos que quiera exprimir hasta el último centavo como ya lo hizo Disney con El Rey Leon), que rompe con el hilo narrativo, junto con el propio desarrollo de la historia.

Blanca Nieves y los 7 Enanos ha despertado otros fuertes cuestionamientos, como el hecho de que Rachel Zegler, de raíces latinas contradice al cuento mismo de que el personaje principal precisaba que era “de piel tan blanca como la nieve”.
Otras críticas tienen que ver con su “príncipe azul” que literalmente se topa accidentalmente con ella cuando come la manzana envenada.
Sí, el amor toma un tercer plano (o a lo mejor no existe), para convertir esta nueva historia renovada en una Blanca Nieves luchadora que rescata su trono y derrota a la malvada bruja y madrastra.
Frente a esas críticas, Disney respondió afirmando que “para evitar reforzar los estereotipos de la película animada original, estamos adoptando un enfoque diferente con estos siete personajes y hemos consultado con miembros de la comunidad de personas con enanismo. Esperamos compartir más detalles a medida que la película avanza hacia la producción, luego de un extenso periodo de desarrollo”.
En conclusión, una supuesta historia con lo que ahora consideran que tiene «muchos estereotipos», mató literalmente el cuento, y Disney optó mejor por arrancarle el corazón a Blanca Nieves y destrozar esta que es una mágica historia .
