Hay un odio tremendo entre Putin y Zelensky, afirma
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump reconoció hoy domingo que existe un “odio tremendo” entre los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodímir Zelenski, que ha alimentado esa guerra por tres años, por lo que reconoció públicamente que un acuerdo de paz “es imposible”.
Trump dijo previamente que esa guerra “jamás hubiera ocurrido bajo sus mandato», para asegurar además que «la resolvería en un día”.
Mediante una entrevista en el programa Meet the Press de la cadena norteamericana NBC News, Trump añadido que ese odio entre los dos presidente “es el que alimenta la guerra que ha estado devastando a Ucrania durante más de tres años. Tanto es así que «tal vez, la paz no es posible”, dijo
El mandatario sostuvo empero que no renuncia a la esperanza de llegar al final de la guerra, y en la misma entrevista evoca «excelentes posibilidades de lograrlo”.
Putin sigue rechazando el alto el fuego de 30 días promovido por Washington. En un documental de la televisión rusa, el zar subrayó cómo Moscú «tiene suficiente fuerza y recursos» para una victoria en la invasión, incluso sin recurrir a las armas nucleares.
Desde hace tiempo, el presidente estadounidense amenaza con desviarse de la mediación iniciada desde el comienzo de su mandato, a falta de avances concretos de Moscú y Kiev hacia un alto el fuego. El camino de la negociación ha llegado a un punto muerto durante semanas, con Rusia que sigue insistiendo en una tregua de tres días, con motivo del Día de la Victoria del 9 de mayo. Una propuesta que juega con el Kremlin, que durante los 80 años de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial ha invitado a Moscú a varios líderes mundiales, incluido el chino Xi Jinping, en visita oficial a Rusia del 7 al 10 de mayo.
Zelensky ya ha dejado claro que para Ucrania no será posible «garantizar la seguridad» de los participantes en el desfile del 9 de mayo. Y subrayó que Kiev no confía en las propuestas de Putin.
«Estas no son las primeras promesas de alto el fuego hechas por Rusia. Sabemos con quién estamos tratando, no lo creemos», dijo durante una visita a Praga, en una clara referencia a la fallida tregua de Pascua que registró cientos de violaciones en ambos lados del frente, de acuerdo a un cable de la agencia ANSA.
La propuesta de Ucrania y Estados Unidos sigue siendo la de una tregua de al menos 30 días, pero hasta ahora ninguna señal en este sentido ha llegado de Vladimir Putin, que mientras tanto piensa en un futuro remoto en el que, asegura, «la reconciliación con el pueblo ucraniano será inevitable, es solo cuestión de tiempo”.
Es difícil de imaginarlo ahora, mientras Moscú insiste en propagar la muerte y la destrucción bombardeando las ciudades ucranianas, incluida la capital Kiev, donde en la noche del sábado y el domingo, una incursión causó 11 heridos, incluidos dos menores, junto con daños e incendios en tres distritos.
«Los rusos piden una tregua para el 9 de mayo, mientras atacan a Ucrania todos los días: esto es cinismo del más alto nivel», comentó Zelensky alegando que «solo esta semana Rusia ha utilizado contra Ucrania más de 1.180 drones de ataque, 1.360 bombas aéreas guiadas y 10 misiles de varios tipos”.
Las fuerzas rusas también martillan la región de Sumy, donde Kiev ha denunciado durante mucho tiempo el objetivo de Moscú de crear una zona de amortiguamiento: «Los rusos golpearon las calles residenciales de la aldea de Velyka Pysarivka con bombas aéreas teleguiadas. Un civil fue asesinado», denunció el gobernador Oleh Grigorov, dando otro balance de muertes en su región.
Con estas premisas, la prioridad de Ucrania sigue siendo recibir apoyo militar, especialmente de los Estados Unidos, que en los últimos días se han mostrado más dispuestos a responder a las necesidades de la defensa ucraniana: según el New York Times, que cita a cuatro funcionarios estadounidenses, un sistema de defensa aérea Patriot anteriormente basado en Israel será enviado a Ucrania después de haber sido reacondicionado. Y los aliados occidentales están discutiendo la logística de una posible transferencia también de otra batería por parte de Alemania o Grecia.