“Que las autoridades americanas hayan desestimado la denuncia por las 50 propiedades con un valor de 25 millones de dólares, no es porque las propiedades del vulgar ladrón de César Duarte no existan, sino porque el Gobierno del Estado, hoy encabezado por Maru Campos Galván, nunca atendió, ni respondió los requerimientos que la firma de abogados Buzbee le solicitó para aportar elementos de prueba en el juicio”.
Lo anterior fue afirmado por el exgobernador panista y hoy senador por Morena, Javier Corral Jurado.
Mediante su cuenta de Facebook, el ahora senador afirma que las pruebas, “como señala este delincuente “jamás llegaron”. No porque no existieran, o no estuviera documentado el enorme peculado que le permitió enriquecerse a costa del pueblo de Chihuahua y disponer de estos millones de dólares para hacerse de esa cantidad de propiedades, sino porque sus cómplices María Eugenia Campos Galván, César Jauregui Moreno y Santiago de la Peña, jamás atendieron las solicitudes del despacho jurídico encargado de atender la demanda”.
Rechazó además que de manera personal haya presentado esta denuncia. “Ésta y las otras denuncias, que derivaron en 21 órdenes de aprehensión, las hizo el Gobierno del Estado de Chihuahua; como incluso sus propios abogados lo señalan y desmienten en esta vergonzosa rueda de prensa convocada por este delincuente.
Corral Jurado desmintió por otra parte que la denuncia le haya costado recursos al pueblo de Chihuahua, “pues no se pagó un solo peso por los honorarios del despacho jurídico, estos serían cubiertos al recuperarse los recursos ilícitamente obtenidos”.
“Que el más grande ladrón en la historia de Chihuahua siga victimizándose, justificando su enorme riqueza y pretendiendo mostrarse como un hombre honorable que dio progreso a la entidad, no es resultado de su inocencia, su libertad y la recuperación de los bienes mal habidos, es producto de la complicidad con la gobernadora María Eugenia Campos y de la red protectora que construyó, repartiendo, entre pocos, los recursos de todos”, añadió, para rematar de que “la historia pondrá a cada quien en su lugar”.