Militares, orgullo de la Nación

El Ejército y La Armada como pueblo uniformado, y se dice así, porque no es un Ejército construido por las élites ni por poderes fácticos, sino porque surge de la movilización contra el golpe militar, el autoritarismo y asesinato de Madero. Es genuino, leal, pero no es perfecto, sus soldados son como nosotros y se equivocan igual que todos. Su lealtad no se cuestiona, aunque su férrea disciplina, los ha metido en problemas. 

Su historia tiene sabores agridulces, les contaré, por esta vez, sin citar ni parafrasear a nadie, es decir, lo que recuerdo de mis lecturas. Carranza los dividió por su ambición de poder, y pelearon entre ellos, ganaron los constitucionalistas de Carranza. Venustiano logra la Asamblea Constituyente del 17, y nace la Constitución. luego fue víctima de la traición de Obregón y Calles, y es asesinado en Puebla. Entró de Interino De La Huerta, que, aliado con Pancho Villa, jugó las contras y uno antes, y el otro más tarde, mueren asesinados por call…ese la boca. Obregón es Presidente, luego Calles, Obregón pretende regresar y se reelige, pero no toma posesión. Lo asesina José de León Toral, pero para el pueblo -traición- de Calles, que abre camino a su Maximato de tres sucesivos títeres, pero se equivoca con Lázaro Cárdenas y le toca el destierro. Luego intenta volver con Juan Andreu Almazán, pero, aunque con fraude (vox populi vox Dei) gana Avila Camacho, el del Tata. Avila medio lo tolera y medio lo obedece, pero, gana su deseo de mandar y se lo quita de encima, y lo manda a Sinaloa, donde nace el Triángulo Dorado. Avila deja el mando al primer civil Miguel Alemán Valdez, con quien se consolida el Presidencialismo y se institucionaliza la tranza, la corrupción y surge el autoritarismo. Tiene que controlar al General Enríquez, ahora del Tata, para frenar el regreso de los militares. De ahí con Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos (inicia la guerra sucia en 1960) las huelgas, protestas, marchas y detenciones. El cuartelazo un 23 de septiembre de 1965 en Madera, Chihuahua. Todo pasa a la clandestinidad. Luego con Díaz Ordaz, el genocidio del 2 de octubre del 68 con 300 muertos. Aunque fue una orden civil, ejecutada por el Estado Mayor del Presidente. El General Marcelino García Barragan sólo es avisado más tarde, en una visita a domicilio, por Diaz Ordaz y aguanta. Con el prestigio por los suelos Echeverría no los deja actuar para detener a los halcones en el genocidio, el de 225 estudiantes, un 10 de junio del 1971. Continúa la guerra sucia clandestina con la liga 23 de septiembre que toma el nombre de la fecha del cuartelazo en Madera. El Ejército sufre para recuperarse pero logra prestigiarse y se gana a la sociedad. En el 2000 llega la amnistía y termina la guerra sucia. 

2 Años después, Inés Fernández Ortega, una mujer indígena de la etnia Me’phaa, en su domicilio en la Barranca Tecoani es abusada por 11 militares, denuncia, pero no gana. La indígena va a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y en agosto de 2010, se dicta sentencia contra el Estado Mexicano. Al final, recibe disculpa pública.

En Tlataya, Estado de México, militares del Batallón 102 ejecutan a  22 delincuentes. Sin embargo liberan a los militares. Se abre la causa 51/2014 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que determina que si fueron ejecuciones. Los militares liberados en 2014 y en 2015, son detenidos en 2021. El más reciente, en Iguala, la noche del 26 de sept de 2014, 43 alumnos normalistas desaparecen y el caso involucra militares acusados por los padres. Hoy Están detenidos 4 militares y un ex procurador, y están pendientes decenas de órdenes de aprehensión contra civiles y militares. Sin duda la vida del militar es difícil y la disciplina peor, porque deben obedecer aunque no estén de acuerdo. Ellos son buenos en lo suyo, incluso, van más allá, cuando ayudan en desastres naturales a la población, con el Plan DN III o el Plan Marina. Ahora viven una encrucijada: 

Su moral militar y la constitución dicen que no, pero un civil, que es su jefe máximo, dice que si, y su disciplina los tiene a punto de seguir siendo policías y no lo que son. Ser militar es un honor, obedecer todo, no lo sé. Sólo sé qué hay algunos malos militares pero también estoy convencido que son más los buenos. Esperemos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *