Dr. Fernando A. Herrera M.
El domingo se cerró, en parte, una pretensión regresiva y lesiva para los mexicanos: La reforma de la CFE no pasó. Ahora asomémonos a otro agujero negro (como los galácticos).
Pemex al cierre de 2021 tenía una deuda por 2.24 billones de pesos (bdp). De este gran total aproximadamente el 21% es deuda de corto plazo (CP) y 79% de largo plazo (LP). La deuda de CP ha aumentado en este gobierno en un total de 150%.
En 2018 la deuda de corto plazo era de 191,796 millones de pesos (mdp), en 2019 subió a 244,924 mdp y en 2020 a 391,197 mdp.
Para 2021 esa misma deuda creció a 486 mil 333 millones de pesos. Cabe señalar cuál fue el error, hoy histórico, -por que será objeto de registro de lo que se hizo mal-; Pemex emitía bonos a tasa fija con plazo equivalente a lo que había que pagar en su vencimiento; es decir empezaron a cambiar deuda de renta fija, -como la tradicional que se emite en bonos- por deuda bancaria con ¡¡¡créditos revolventes!!! En esa etapa, Pemex, por supuesto, perdió su calificación crediticia (por demás explicarlo). La pandemia y el confinamiento obligado llevó a producir menos petróleo, que aunado a la pérdida de su grado de inversión, le impidieron cambiar el esquema de créditos revolventes, lo cuál implicó no poder pagar intereses que subían y subían al elevar los bancos centrales sus tasas, !de terror!
Pero lo peor: La deuda de LP aunque se redujo en 2021 un 6% quedando en 1.76 bdp, luego, el segundo error catastrófico; al ser canceladas las rondas y terminar las asociaciones estratégicas; los potenciales inversionistas exigieron mayor tasa de interés para invertir su dinero. Entonces, aunque muy onerosa y cara, la deuda de CP no es el problema, aunque caro es posible, pero la de LP, en especial los vencimientos de 1 a 5 años tendrán que pagarse con dinero de nosotros; es decir transferencias del gobierno a Pemex. El error del cambio a créditos revolventes se volvió una pesadilla para Pemex, para el gobierno, y para todos, pues ahora es una empresa con deuda que le urge una transformación industrial y no tiene con qué; cuenta con un sindicato oneroso, y por demás numeroso, y relaciones laborales leoninas. Todo ello es el verdadero problema de fondo y no se está haciendo nada, sólo estamos a flote por lo que el gobierno inyecta para pagar compromisos (intereses), pero el hoyo se hace más y más profundo. Estamos ante el fracaso total de esa industria o en peligro de que el gobierno recurra a medidas extremas. A Pemex, ni mi abuela Simona con su hierva machacada y cuya pulpa ponía en las plantas de los pies, su vaporub y su yodex podría salvarlo.
Terquedades
No pasó la reforma eléctrica. El Presidente quedó bien con los suyos, y de paso, funcionó su estrategia; sin dar su brazo a torcer quedó bien con los Estados Unidos. Lo del Litio es probable que quedará nacionalizado con mayoría simple, que es lo que él quiere, y que a nadie nos parece mal, siempre y cuando tengamos modo de explotarlo, por que si no, lo dejaremos enterrado o acudirán, aunque no quieran a la iniciativa privada.
Medidas extremas: suponga que usted tiene un ahorro de 1 millón de pesos y el gobierno decide, ante la falta de fondos, quitar un cero a la moneda, su millón se vuelve 100 mil pesos. Supongamos otra vez que usted lo ve venir y cambia su dinero a dólares, obtendría 50 mil dólares. Si el peso está en 20 al quitarle un cero pasaría a valer 2 pesos, en teoría, sólo en teoría y al cambiar sus dólares tendría 100 mil pesos. En otras palabras no hay escape, salvo que lo que se posea esté en bienes raices, o en otro tipo de inversión que proteja contra estas medidas extremas. Es sólo una especulación mía.