El que quiere vivir en paz, lo demuestra con hechos, no con pagos por debajo de una mesa para desprestigiar a quienes sólo le dieron empleo y confianza. Si de verdad quiere alguien vivir en paz, primero tiene que perdonarse a sí mismo, si lo consigue, después todo se vuelve posible. Pero para ese perdón que permite recuperar la autoestima se necesita tener la decisión de decirse con verdad y en el espejo la clase de persona que haz sido y eres y la que deseas ser y aceptarte con aquellos complejos de niño, con tus errores traiciones y pecados; sólo así se podría, en el futuro, estar en paz y en armonía interior, pero implica aprender a vivir sin olvidar la sombra de tu pasado y caminar con el peso a cuestas. Pero si te gana el odio, el hígado y el deseo de venganza, por sueños frustrados o por ambición de riqueza y poder, estás perdido. Nadie puede dormir tranquilo cuando sabe que puso con engaños a sus compañeros, que los entregó a cambio de su pellejo, que los usó para beneficiarse, sin pensar en la lealtad que debía y esas malas acciones llevaron a uno de sus compañeros a perder la vida y a otros muchos a vivir años de encierro, precedidos de persecución, extorsión y tortura al extremo, pero lejos de sentir arrepentimiento o de ir a verles la cara y decirles, me rajé, no aguanté la presión, lo siento, perdónenme!!no, que va! Sigue pretendiendo darse baños de pureza, jurar y aparentar inocencia, como si se pudiera tapar el sol con su dedo, o que el asistir a un templo dos veces al día lo pudieran redimir. No señor, así no se tiene cara ni se puede pedir que las víctimas o sus amigos y familias doblen las manos y crean en su inocencia. Él sabe, incluso quienes lo ayudaron en la traición y sabe que cínicos y descarados siguen acomodados en el gobierno y que gozan de protección y de impunidad, pero al igual que él están sufriendo a solas sus malas artes y acciones, porque el juez interior es implacable. No Jaime Herrera Corral, no basta un mensaje para sentarse contigo y platicar. Hace falta hombría y valentía para reconocer los errores y fechorías que te ayudaron a quedar impune y a conservar una fortuna enviaría de muchos y asco de otros. Ahora peleas en la sombra con Bankaool y pretender que la cizaña los dañe y los destruya pero te vas a topar con pared. Los delicienses, y deberías saberlo, si naciste aquí, somos mucho más que un cobarde que ataca y esconde la mano. A lo mejor estoy pidiendo al escorpión que domine su naturaleza. Para arrepentirse no hay tiempo, la Biblia que cargas dice que los judas se ahorcan solo