Los prejuicios en la época de mis abuelos, incluso de mis padres, estaban muy arraigados en contra de las personas que optaban por una sexualidad que no fuera la del nacimiento. La lucha sistemática de esas personas, apoyada por la sociedad, la evolución del pensamiento, y la vida misma, han erradicado, no sin algunos cerrados que se oponen, a esa forma de pensar. En lo particular, tengo familia, amigos y conocidos que han optado por una sexualidad diferente, y sin saber las causas, en las que soy neófito, pero si con experiencias de horror y traumáticas, respeto, admiro y amo a todos los que me han dado la gran oportunidad de abrazarlos tratarlos y conocerlos. Sin embargo, como en todo, los excesos, son una mala influencia. Desde comer, hasta el tabaco, alcohol y, más que nada, las drogas, quitan la vida. La nota de hoy, o la diferencia que deseo mostrar, es cuando desde el poder público, adquirido con el voto de la gente, se utilizan símbolos de la identidad de nuestro estado, para mostrar las inclinaciones personales, creo que tenemos el derecho de reclamar la manipulación en abierta y clara ofensa a todos, y si, somos una comunidad diversa, pero nunca homogénea, no sólo por decirlo sino porque es imposible que seamos todos iguales. Somos gregarios pero heterogéneos y esas diferencias nos dan identidad pero no como pretendió Javier Corral. Reprobó que haya manipulado la forma en que se dibujó y coloreó el contorno del estado de chihuahua. Aclaro que recibí ayuda, a propósito de mi video columna de ayer, por las narrativas de Frank, y LeBaron para recordar cómo presentó Javier Corral el mapa o el contorno del estado de chihuahua, durante su gobierno. Si ustedes lo recuerdan, utilizó los colores del arcoíris, para dibujar en forma estilizada el mapa del estado. Ese arco iris milenario, mágico y casi infinito y hermoso ha sido elegido como una bandera para representar a una comunidad social, digna de respeto. Es más, no he sabido de una persona, comunidad o de las Ong’s haya hecho reclamos informales o jurídicos por esa elección. Lo que sí reclamo, a destiempo, lo sé, pero no podía o no me atreví, y aunque reconozco que lo escuchaba de otros, no me atrevía a publicarlo, y con pena debo decir que en el retiro de la política y de este ejercicio que me enamora y da aliento y vida, no percibí y sí lo ví no lo interpreté así. Me refiero específicamente a que el exgobernador Javier Corral prestaba el dibujo del estado de chihuahua con los colores del arcoíris y hasta ahora que leo de sus perversidad contra sus víctimas en prisión a quienes gozaba de ver desnudos, y después de haber leído la historia de Frank, me pregunto: Tenia Javier Corral, siendo el gobernador, el derecho de presentar el dibujo del estado de Chihuahua con los colores del arcoíris? Yo creo que no. Y a destiempo me deslindo total y completamente de ser un chihuahuense que crea que ese logotipo, dibujo o emblema nos represente a todos. Por lo menos a mí no, y quiero preguntarle: Por qué a todos? Por qué presentar a Chihuahua así? Por qué semejante atrevimiento? No reniego de mi familia, de mis amigos y conocidos que coinciden en preferencias, pero, sin dudas, no es correcto representar al estado con esos colores. Luego lo del helicóptero a rescatar bandidos. Una muestra de los alcances que tuvo Javier, el gobernador que se volvió loco de poder.