Podría empezar desde que existimos pero no cabría, así que arranco en 1876. Hace 146 años Porfirio Díaz engañó y traicionó a Sebastián Lerdo de Tejada, luego traicionó su propia bandera de sufragio efectivo no reelección, y se quedó, contando a su compadre Manuel González, casi 35 años en el poder. Victoriano Huerta traicionó y mató a los Madero y Pino Suárez en la Decena trágica; Carranza traiciona, y se dividen los revolucionarios. En un bando, la División del Norte, en el otro, el Ejército Constitucionalista; luego traicionan a Carranza los de Sonora, y es asesinado. Adolfo de La Huerta es asesinado por sus propios paisanos, luego Obregón por Calles y Calles y después de su maximato es exiliado por Cárdenas, Don Lázaro es enviado a Mazatlán por Ávila Camacho, sacándolo de la Secretaría de Guerra. Luego, el primer gran saqueo al país de la historia, por el cachorro de la revolución, Miguel Alemán, la excepción con Ruiz Cortines y López Mateos, sin quitar importancia a la represión despiadada a sindicatos ferrocarrileros, mineros y del sector salud, llegan los duros con los genocidios, robos y riqueza explicable, ya institucionalizada.
Con Díaz Ordaz y LEA, la mentira, el nepotismo y la corrupción del autollamado perro: Jolopo, luego el inicio del capitalismo con Don Miguel de La Madrid y la entrada al GATT (acuerdo general de aranceles y comercio), la parsimonia irritante de CSG, el asesinato de Colosio, el Cardenal, y Ruiz Massieu, con la corrupción a todo vuelo en la que destaca el hermano Raúl.
Reconocer el acierto histórico del TLC con Bush Padre y la negociación con Clinton en Medio Ambiente y Trabajo, luego el desastre del Fobaproa con Zedillo, del que hemos pagado el doble y debemos otro doble de la cifra original, Fox que era y es puro folklor con los Bribiesca dándose vuelo en los negocios; Calderón con su Guerra y García Luna, ahora en juicio; Peña Nieto y su cuento de Adas con la Gaviota y la rapiña más descarada que nunca.
¿Qué pueblo puede aguantar eso? ¿Quién no se harta de políticos y partidos? ¿Quién soporta eso por Siglos? Nadie.
El pueblo vota por todo lo contrario, escucha la voz que le ofrece no robar, no mentir, no traicionar. Es lo que quiere oír y lo escucha, sea quien sea el candidato, y resulta electo Andrés Manuel con esa bandera. Gana con la mayor votación de la historia, la gente harta de mentiras, robos y traiciones se ve en el espejo de la esperanza y se avienta el tiro.
Ahora le toca a usted: ¿se acabó la mentira? ¿Se acabó la corrupción o el robo del erario? ¿Se acabó con la traición? Si contesta sí, es parte de la historia de hoy.
Si contesta que no, ya sabe que nos equivocamos otra vez.
¡Qué desesperación!, ¡Qué frustrante!
¿Acaso no hay remedio y esta condena es lo que merecemos?