Por difícil que resulte aceptarlo -por el capricho del Presidente de conservar los monopolios del petróleo, la luz y el gas- México tiene la oportunidad de su historia: Ser parte del Tratado de Libre Comercio más grande del mundo y la vecindad con Estados Unidos de 3100 km de longitud son ventajas inigualables en el escenario global.
Las vencidas entre China y USA y la Guerra en Ucrania, han puesto la mesa para que México sea beneficiario cuasi único de las circunstancias.
La necesidad de USA de todo lo micro que le surtía China es inigualable. La inversión de Tesla es apenas un botón. Lo único que México necesita es tener las políticas públicas adecuadas, principalmente la producción de energías limpias para nutrir a las empresas que vendrán.
Muy simple, pero muy difícil, con las condiciones actuales de Pemex y CFE y la Ley de Energía que se cambió y contrapone a esto.
El Súper Peso puede seguir siendo campeón, pero hay que ceder en esa política energética o todo será un sueño guajiro. Todo es producto de muchos años de disciplina fiscal, aunque se reniegue del pasado. Lo que tenemos enfrente es parte del pasado y del presente que ha conservado esa disciplina en la macroeconomía.