El gobernador de Texas, Greg Abbott, está sopesando un plan para invocar poderes de guerra reales declarando una “invasión” en la frontera sur de los Estados Unidos para eludir una cláusula de la Constitución de los Estados Unidos.
De acuerdo a un cable de la agencia rusa RT, Abbott podría declarar una invasión para cumplir con una cláusula de la Constitución de los Estados Unidos que prohíbe a los estados participar en la guerra a menos que fueran “realmente invadidos”.
Los abogados de Abbott y el fiscal general de Texas, Ken Paxton, se reunieron a principios de este mes para debatir el plan, que desafiaría directamente al gobierno federal, informó el New York Times. Permitiría a la policía estatal de Texas arrestar y deportar a los migrantes, dijeron dos personas familiarizadas con la discusión en el periódico.
“Si utilizamos esta estrategia, podría exponer a las fuerzas del orden en el estado de Texas a ser procesadas”, dijo Abbott durante una conferencia de prensa la semana pasada, confirmando que estaba “estrando” la idea.
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Abbott ya ha movilizado a miles de tropas de la Guardia Nacional y previamente ha ordenado controles de camiones que llegan de México. Dio marcha atrás en las inspecciones de vehículos después de que los camioneros bloquearan los puentes fronterizos en protestas, interrumpiendo el suministro de alimentos y amenazando con más pérdidas económicas.
El gobernador también ha aumentado la financiación para la aplicación de la ley en las ciudades fronterizas, destinando más de 3000 millones de dólares a la seguridad fronteriza en general. También ha supervisado la construcción de millas de nuevas cercas.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, calificó las acciones de Abbott como un “truco publicitario” el mes pasado.
Texas registró casi 129 000 cruces de migrantes a Texas en marzo, aproximadamente 11 000 más que durante el mismo mes del año pasado. Los funcionarios esperan que las cifras vuelvan a aumentar cuando la administración Biden ponga fin a la política pandémica de rechazar a algunas personas en la frontera bajo la regla de salud pública del Título 42.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, defendió el manejo de la administración del tema fronterizo la semana pasada, diciendo al Congreso que heredó “un sistema roto y desmantelado” de la administración Trump, pero que había “gestionado efectivamente un número sin precedentes de no ciudadanos que buscaban ingresar a los Estados Unidos”.