Hace tiempo escribí una columna en la que decía que si el Estado no actuaba con rapidez, Javier Corral podría aprovechar los pocos amigos que le quedan, y el apoyo del Presidente para ganar la partida y quedar impune, alegando la venganza por su Justicia para Chihuahua.
La primera muestra de que tiene manera de hacerlo es lo que ya logró; sacar a Panchito de Chihuahua y llevarlo al terreno federal donde se ríen de la tortura.
¿Cuánto tiempo más le van a dar para que se ría de a deveras de sus víctimas; de la gobernadora y de Chihuahua?
¿Quedarán impunes los delitos de lesa humanidad como privación ilegal de la libertad, la tortura, la extorsión y los abusos pervertidos en circuito cerrado?