Alejandro Villarreal, afirma que su persecución obedecía a los “deseos impuros” de Corral.
Corral pretendía abusar del poder para saciar instintos con la amenaza de la cárcel. El exdirigente magisterial, Alejandro Villarreal Aldaz, fue detenido pero les ganó a buena ley en los juzgados y quedó absuelto del delito de peculado del que lo acusaron y que formó parte de los ‘Expedientes X’.
El acoso sexual y la persecución por parte del exgobernador Javier Corral, nos obligó por sus desviaciones, por su su patología mesiánica, y utilizó la ley del fascismo en esa enfermiza persecución que sólo buscaba venganza a través de nuestro sufrimiento.
“El circuito cerrado de televisión instalado en la prisión en Aquiles Serdán era para que él tuviera acceso directo desde su despacho y gozarse de vernos encerrados, de vernos cuando nos bañábamos; incluso ordenaba que dejaran la luz prendida para vernos desnudar antes de salir o regresar de una audiencia.
“Esa desviación sexual que tiene Corral, que lo lleva a gozar viendo el sufrimiento de los demás, dejó grandes heridas en todos los que estuvimos presos.
“Todo fue cuestión de que me negara a sus deseos impuros, a su desviación, que no critico. Soy un actor político pro libertades, cada quien define su orientación sexual, pero cuando utilizas el poder para que ello te ayude a satisfacer tus necesidades socioemocionales o fisiológicas, ahí se convierte en un delito y yo no estaba dispuesto a que él delinquiera en mi persona y que abusara del poder que ostentaba.
“Ahí fue donde se rompió todo y vino la persecución. Ahora viene la lucha por limpiar nuestra imagen social y reivindicarnos”, señala Alejandro Villarreal Aldaz.