- El líder en servicios de streaming, Netflix empezó a sufrir más problemas económicos tras iniciar una campaña contra las cuentas compartidas cuando inicialmente las promovía.
De acuerdo a un cable de The Financial Times el hogar promedio tienen 5.5 suscripciones de servicios de televisión en línea.
Cuando el cofundador de Netflix Reed Hastings declaró en 2016 que “nos encanta que la gente comparta [cuentas]”, la empresa tenía un liderazgo dominante en el negocio del streaming y cuatro años de crecimiento vertiginoso por delante. Nadie había oído hablar aún de Disney+ ni de la guerra del streaming.
Pero después de que la plataforma perdiera suscriptores a principios del año pasado, Hastings puso fin a esa actitud despreocupada hacia el uso compartido de contraseñas, que ha dado lugar a unos 100 millones de aprovechados de Netflix en todo el mundo, pero en el último mes un millón de estos ya se fueron.
En los últimos días, la empresa ha intervenido en relación a las contraseñas en más de 100 países, entre ellos Estados Unidos, México y Reino Unido. En EEUU, ha comunicado a los clientes que si quieren compartir su contraseña, deben pagar 7,99 dólares al mes para añadir a una persona ajena a su hogar, o 6,99 dólares si están dispuestos a tener una cuenta con anuncios. En México se aplicó un incremento adicional de 69 pesos por suscripción que no se encuentre en un hogar.
La intervención y el nuevo impulso de la publicidad reflejan la dura realidad del modelo de negocio del streaming del que Netflix fue pionera. En los tiempos de bonanza, los inversores estaban dispuestos a pasar por alto las pérdidas trimestrales de ocho o nueve cifras siempre que el crecimiento de las suscripciones fuera fuerte. Ahora, sin embargo, las nuevas suscripciones se han ralentizado y la competencia es intensa. En EEUU, el hogar medio tiene 5,5 suscripciones a servicios de streaming, señala Jennifer Chan, directora de estrategia global del grupo de investigación Kantar.
“La penetración global del streaming en los hogares no ha cambiado mucho desde el final del Covid”, afirma Chan. “Por tanto, las empresas de streaming ponen el foco ahora en conservar su base de clientes actual y convertirse en la suscripción prioritaria para que los consumidores no se den de baja y, si lo hacen, en cómo recuperarlos”.
Mientras tanto, los inversores quieren ver una senda hacia la rentabilidad, y presionan seriamente a la mayoría de los principales servicios de streaming para que reduzcan costes e ideen nuevas estrategias para generar efectivo.
Netflix es rentable, pero Disney Plus, Paramount Plus y Peacock, de NBCUniversal, siguen acumulando cuantiosas pérdidas. Warner Bros Discovery, que redujo drásticamente los costes tras la fusión de las dos empresas el año pasado mediante una operación de 40.000 millones de dólares, informó recientemente a los inversores de que esperaba obtener beneficios en su negocio de streaming un año antes de lo previsto, y que esta parte del negocio obtuvo 50 millones de dólares de beneficios en el trimestre más reciente.
Al igual que Netflix, Warner ha introducido grandes cambios en su servicio de streaming. Hace dos semanas combinó su servicio HBO Max -donde se emiten Succession, White Lotus y Juego de Tronos- con Discovery Plus, especializado en programas no guionizados de bajo coste como 90-Day Fiancé. El servicio combinado ha sido rebautizado como Max, y la empresa espera que la oferta más amplia aumente el número de clientes y el compromiso.
El consejero delegado de Disney, Bob Iger, planea un movimiento similar a finales de este año con la fusión en una sola aplicación de Disney+, orientado a los niños, y Hulu, que se centra en el entretenimiento general dirigido a los adultos. Iger asegura que esto impulsará las ventas de los paquetes de suscripción con anuncios para adultos de Disney, otro paso hacia su objetivo de obtener beneficios del streaming el año que viene. Entretanto, también debe abordar las preocupaciones de los inversores sobre el crecimiento de los suscriptores: los servicios de streaming de la compañía han perdido clientes en los dos últimos trimestres.
Netflix puede enfrentarse a problemas similares de retención de clientes a medida que recorta las opciones para compartir contraseñas. En las primeras pruebas, Netflix explicó que algunos usuarios abandonaron el servicio, sufriendo hasta 1 millón de cancelaciones sólo en España, según Kantar. Aunque muchos vuelven -ya sea añadiendo nuevas cuentas u optando por la versión más barata con publicidad-, sigue habiendo cierto riesgo, advierte Chan.
“Si la gente cancela su suscripción, se expondrá a la vida sin Netflix” y quizá se cambie a otros servicios, afirma. “Creo que la gente volverá, pero puede que no recuperen toda su base de suscriptores”.
Emily en París, una exitosa serie de Netflix. Foto Cortesía.