El nuevo villano del pueblo


Dr Fernando A Herrera M

El presidente AMLO empieza a dar señales de agobio y frustración; percibe que no le han salido sus planes como creía. A veces tengo la impresión de que se siente fracasado en su proyecto, denominado 4T. Les comenté que el domingo anterior perdió 6 de 7 elecciones extraordinarias en Oaxaca y hoy agrego que también en Veracruz Morena perdió 3 de 4 elecciones extraordinarias. Sin duda esos mensajes lo atribulan y le dejan claro que la sociedad ya no está con ellos como antes. Por otro lado, la selección de candidatos para las 6 gubernaturas en disputa en junio 5 del año en curso, han dejado división y escisiones en Morena que terminarán reflejándose en los resultados. Si, el Presidente está consciente de que las cosas están cambiando; sabe que el pueblo cambia con frecuencia a su villano favorito y ahora Peña Nieto y los demás expresidentes empiezan a parecer fantasmas y él pasa, poco a poco a ser el villano del pueblo bueno. Los augurios que ya supone lo tienen muy estresado por lo que ha sacado a todos sus servidores de la nación, regidores, diputados locales y federales y senadores y ha puesto cuotas a los gobernadores de Morena para tratar de alcanzar los 10 millones de votos el 10 de abril, incluso han violado la ley reiteradamente para lograrlo ignorando las medidas cautelares impuestas por el INE y ratificadas por el TEPJF. Acudir a votar en contra ayuda a subir el porcentaje de votación, por lo que es mejor hacer el vacío. La desesperación del Presidente es clara y está aplicado al 100 en reafirmar su popularidad. Sabe que gran parte del pueblo ya le voltea la espalda.
Terquedades
La propuesta del Presidente en materia electoral incluye desaparecer los Oples y tal vez los TEE para quedarse con un INE, otra vez federalizado, sin entender que federalizar es separar competencias del INE en el país de las de los estados. Fue la razón de hacerlo Nacional para que abarcara la nación y poder meter al INE a elegir los Oples en lugar del los Congresos de los estados. De plano no sabe que no sabe.

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