Parece que va en serio lo de echar, fuera a los sonoritas.
Llevan el disfraz partidista, pero se van, y eso es lo que importa.
Primero le tocó al Jefe de Gabinete (Luis Serrato), y ahora al Representante del Gobierno de Chihuahua en la Ciudad de México (José Carlos Serrato Castell).
¡Bien por Maru!, aunque algunos dicen que volverán, pero no lo creo. Esos cambios no tienen reversa y los que debieran tenerlo tampoco lo van a tener.
En el transcurso del tiempo, la historia nos enseña que los gobernadores, alcaldes o hasta arriba, el presidente, no se devuelven.
Cuando te cambian, si se equivocan nunca lo reconocen, porque es contra natura.
Si eres el mejor en lo que haces, no deben moverte, pero si lo hacen es por error o por la grilla de otro(s). Claro que cuando se dan cuenta del error, no corrigen. Se aferran porque creen que es parte del poder de ser el jefe.
Celebro la salida de los sonoritas. Sigo en el muro de los lamentos por la amputación de los brazos políticos que tanto la habían hecho brillar.