El idioma es confuso por lo extenso en términos que pueden ser utilizados para decir lo mismo.
Cuando el presidente le corrige la plana a Xóchitl, sobre los chiapanecos a los que Xóchitl Gálvez les dijo que no trabajan, los defiende a sabiendas de que es verdad. Pero al presidente le importa defenderlos porque lo que hizo Xóchitl es discriminatorio. Por cierto que sea, el presidente no puede permitir que se les diga flojos.
En Ciudad Juárez, hay una enorme comunidad de veracruzanos que se autodenominan juarochos y todos le han entrado a la maquila y a los oficios diversos que saben hacer.
Todo fue cuestión de cambiar de ambiente y acá en la frontera hasta se han destacado.
Creo que a Xóchitl se le fue la papa entera en esa afirmación y peor aclaración después.
Ahora de que somos diferentes los de allá y los de acá, por supuesto que lo somos. Y es importante que entendamos que no somos lo mismo en el norte que en el sur, pero eso, sólo nos hace diferentes, no mejores o peores, a unos de los otros.
Es en lo único que hay razón. Los proyectos de gobierno deben ser acordes a las ventajas de cada región. Esas ventajas están en la gente y en los recursos disponibles, a veces hasta con curva de aprendizaje.