El año próximo, el presupuesto será histórico. Será histórico por diferentes razones.
1.- El más alto de la historia con poco más de 9 billones de pesos.
2.- El que mayor déficit presupuestario tendrá desde 1989 con casi 3 billones de pesos.
3.- El ingresó será el menor del sexenio. Recurrirán a deuda. Pedirán más del 1.3 billones, de este año. Ahora pedirán poco más de 2.5 billones.
4.- El valor del peso, por el déficit, tan alto, traerá inflación, propiciará fuga de capitales. Y devaluará la moneda.
5.- El menor margen de maniobra para el presidente, pues de todo su presupuesto, el 93% ya está etiquetado. Con el otro 7% tendrá que hacer malabares.
6.- El menor apoyo a estados y municipios de las últimas décadas; nada para seguridad ni proyectos especiales, sólo gasto corriente y sin copete.
7.- La deuda externa quedará en 15 billones de pesos, de los 10.7 en que se las entregó Peña Nieto.
8.- El siguiente sexenio, con Claudia o Xóchit,l tendrá que subir los impuestos, quiera o no.
9.- El futuro requiere energías limpias para atraer inversión, sólo así mejorará la recaudación.
10.- Claudia o Xóchitl tendrán que dejar de gastar en las obras capricho.
11.- Si quieren pagar pensiones no pueden tener un tren; si quieren pagar becas, no pueden refinar petróleo. Si quieren pagar deuda no pueden pedir prestado.
12.- Si quieren un súper peso no puede gastar más de lo que tiene.
13.- Lástima. La realidad se impondrá sobre un sueño loco, los miles de millones que nos dijeron que eran ahorros, en realidad eran fondos y fideicomisos que ya no existen. Fueron dilapidados, ahora duraremos unos 18 años en recuperarlos. Con Claudia, o con Xóchitl. No importa quién gane.
Y se lograría con un buen gobierno, porque otro igual que este y nos carga el payaso.
Claudia y Xóchitl, la que gane, no importa, tendrá un duro trabajo y mucha crítica social.
Tanta que hasta van a extrañar a AMLO.
Pero Claudia o Xóchitl tendrán que corregir sus locuras. Claudia o Xóchitl tendrán que ser realistas y duras.
No importa quién gane. Pagaremos todos por la locura del actual.