Dr. Fernando A. Herrera M.
La unanimidad es sospechosa, decía Fernando Baeza en sus tiempos de gobernador, lo cual nos lleva a la conclusión de que los acuerdos no son siempre entre todos y ni con lo que alguno plantea, sino que son el resultado de la negociación en donde cada quién debe ceder en algo y encontrar los puntos de coincidencia para poder ponerse de acuerdo. Así es como se han conseguido los acuerdos sociales. Hoy, más que nunca urge que los partidos de oposición en México, se sienten a negociar para construir un acuerdo que les permita transitar unidos frente e Morena para ser capaces de estar en condiciones de competir contra la gran estructura que han construido a través de los llamados servidores de la nación. La hegemonía al estilo del viejo PRI está lista para enfrentarlos desde el gobierno y con el uso de todos los recursos disponibles a su alcance para repetir en la Presidencia en 2024. La tarea se presenta muy difícil para los partidos de oposición, pero no por la fuerza que ahora significa Morena sino por los intereses de grupo en cada uno de esos partidos. Sin embargo hay que hacerles un llamado a que entiendan la envergadura de lo que enfrentan y que si no van unidos con un candidato(a) a las elecciones su destino será perder. El gobierno que pudiera surgir de una oposición unida tendría que ser un gobierno de coalición como nunca se ha tenido en México, pero para eso es necesario que todos los partidos PAN, PRI, PRD y MC entiendan que sin importar de cual de ellos surja el candidato(a) deberán tomar acuerdos para integrar un gobierno coaligado en donde cada partido de acuerdo a su peso específico en votos tenga los lugares correspondientes en el gobierno. Ceder es lo más importante, buscar los puntos de coincidencia y formar la alianza para enfrentar al devastador movimiento que hoy tiene al Presidente López Obrador en la Presidencia.
Terquedades
Si la sociedad logra ver a tiempo hacia dónde están llevando al país tendremos una oportunidad, de lo contrario ni unidos los partidos será posible detener el destino que nos espera. Nada halagüeño, por cierto.
Venezuela y Nicaragua son gobiernos autoritarios que han llevado a su gente a la miseria, su modelo a seguir es Cuba, que es una dictadura, pero acá no han llegado a eso por que lo disfrazan con elecciones fraudulentas. México no está en las condiciones de ninguno de los tres, pero al paso que nos llevan será cuestión de otro sexenio para competir con ellos en la pobreza y miseria.
La de regalo
AMLO tiene la convicción de que un país en donde el estado tiene el mayor poder es lo mejor para la población y los mexicanos sabemos que el estado nunca ha sabido administrar los recursos y que se ha fracasado con todas las empresas que se han establecido en la historia del país. Pero sabe y además quiere un país de pobres que dependan de él y de su bondad como gobernante para construir el maximato que pretende.
Estamos a tiempo
¡¡ Salvemos a México, somos mayoría!!
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