- La rival del expresidente es la exembajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció este domingo que abandona las primarias para la nominación presidencial republicana y dio su apoyo a la candidatura del exmandatario Donald Trump.
Con su retirada, la contienda interna del Partido Republicana es cosa de dos candidatos: el expresidente Trump y la exembajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley.
DeSantis hizo el anuncio en un video en X: “No tenemos un camino claro para la victoria. Por eso, hoy suspendo mi campaña”
“Ahora, después de nuestro segundo puesto en Iowa, hemos orado y deliberado sobre el camino a seguir. Si pudiera hacer algo para producir un resultado favorable, más paradas de campaña, más entrevistas, lo haría. Pero no puedo pedirles a nuestros seguidores que ofrezcan su tiempo como voluntarios y donen sus recursos”, dijo.
“Para mí está claro que la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle a Donald Trump otra oportunidad. Él tiene mi respaldo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño, ni a un nuevo paquete formado por el corporativismo recalentado que representa Nikki Haley“, agregó.
Afirmó que ha tenido “desacuerdos” con Trump, pero que es mucho mejor opción que el actual presidente, Joe Biden.
DeSantis ingresó a la carrera presidencial republicana con una operación política impresionante y una amplia popularidad en el partido después de lograr una aplastante victoria en la reelección de 2022 en Florida, que durante décadas había sido uno de los estados más divididos de la nación.
Pero el impulso que DeSantis tuvo al principio se disipó rápidamentedespués de que hizo oficial su candidatura, en medio de implacables ataques de la maquinaria de Trump, así como de sus propios errores.
Si bien la candidatura de Trump a menudo se vio eclipsada por sus problemas legales y el bagaje de su mandato, DeSantis casi siempre se negó a criticar al favorito en los primeros meses de su campaña mientras buscaba ganarse a sus votantes.
En las últimas semanas de su campaña, DeSantis no sólo trabajó para cerrar la brecha en las encuestas entre él y el expresidente, sino que también gastó mucho tiempo y dinero para evitar un aumento de Haley en Iowa.
Acusó a Haley de carecer de credenciales conservadoras adecuadas, de aprovechar errores como nombrar erróneamente a una estrella del baloncesto de la Universidad de Iowa y de decir que las primarias de New Hampshire sirven como una corrección a los resultados de los caucus de Iowa.
En lo caucus de Iowa del pasado 15 de enero, la primera cita de la contienda republicana, DeSantis logró el segundo puesto, por detrás de Trump y por delante de Haley.
Sin embargo, los sondeos lo sitúan en el tercer lugar, muy por detrás de sus dos rivales, en las primarias clave de Nuevo Hampshire, que se celebrarán el próximo martes.
De hecho, el gobernador renunció el sábado a hacer campaña en ese estado del noreste del país y canceló varias entrevistas que tenía previstas este domingo con televisiones estadounidenses.
A DeSantis le quedan dos años de su segundo y último mandato como gobernador de Florida.
Aunque Trump es el gran favorito de las primarias, Nikki Haley se ha volcado en la campaña en Nuevo Hampshire para recortar distancias y erigirse como la alternativa a Trump dentro del partido.
De acuerdo a un cable de la agencia NBC News se habló con docenas de empleados actuales y anteriores de DeSantis, así como con otros partidarios, sobre dónde se equivocó el gobernador. Pintaron un cuadro de errores desde el principio:
- La campaña de DeSantis contrató a docenas de empleados en las primeras etapas de la carrera, minando la operación del tan necesario efectivo inicial. En los primeros dos meses, el 40% de las contrataciones iniciales fueron despedidas para conservar recursos.
- Una campaña con problemas de liquidez elevó el papel de Never Back Down, que prometió gastar 200 millones de dólares para impulsar su candidatura, pero terminó sumida en luchas internas que a menudo generaron titulares negativos que eclipsaron la campaña misma.
- Un enfoque casi singular en las luchas de guerra cultural le costó el apoyo de los donantes a DeSantis, ya que muchos de los mayores donantes republicanos anti-Trump que originalmente lo apoyaron finalmente decidieron donar a otros candidatos o no participar en el ciclo electoral de 2024.
- La decisión de DeSantis de esperar seis meses después de su masiva victoria en la reelección para anunciar su candidatura a la presidencia le costó un impulso valioso.
Un asesor de DeSantis dijo que si bien la campaña cometió una serie de errores, al final, nada de eso pudo haber sido suficiente para derrotar a Trump.
Donald Trump y Ron DeSantis. Foto: Joe Raedle / Getty Images
Con información de la agencia EFE, NBC News y La Opinión de Los Ángeles