Es el año 1518. México-Tenochtitlan, que alguna vez fue un modesto asentamiento en el Lago de Texcoco, es hoy una bulliciosa metrópoli, capital de un imperio que gobierna y recibe tributos de más de 5 millones de personas.
Tenochtitlan albergaba a 200,000 habitantes dedicados a la agricultura, el arte, el comercio, la guerra, el sacerdocio y el gobierno. Es una de las ciudades más grandes de su tiempo a nivel mundial.
En el presente, esta urbe es conocida como Ciudad de México.
Thomas Kole.
No queda mucho de la antigua Tenochtitlan. ¿Cuál era la apariencia de esta ciudad erigida a mano sobre el lago?
Esas son las preguntas que se hizo el diseñador informático holandés, Thomas Kole, quien sin haber puesto un pie en la Ciudad de México, o acudir a las pirámides de Teotihuacán, elaboró la reconstrucción de esta mítica ciudad en 3D, considerada la más fiel reproducción tras desaparecer prácticamente por la conquista española.
De esta forma, y sin moverse de casa, Kole cruzó el Atlántico y aterrizó, con ayuda de la tecnología, en la América de 1518.
Fue un año y medio lo que le llevó a este joven diseñador plasmar en su computadora ese esplendor buscando que fuera lo más apegado a ese momento de una de las civilizaciones más esplendorosas de América y el mundo, lo que le llevó también grandes dosis de documentación y un esfuerzo por deshacerse de las ideas preconcebidas.
“Basándome en fuentes históricas y arqueológicas, así como en el conocimiento de muchas personas, he tratado de traer a Tenochtitlan de vuelta a la vida de la manera más fiel posible”, dice este amante de la civilización azteca. ¡Y vaya que lo ha logrado!
Con información de El País Semanal / Imágenes de la Ciudad de México: Andrés Semo García (@SemoDron)