A propuesta del ministro Jorge Pardo Rebolledo, la Primera Sala amparó a Jesús Manuel Esparza Flores, con la conclusión de que la Fiscalía del Estado de Chihuahua investigó sus cuentas bancarias sin autorización judicial, por lo que la causa penal iniciada en su contra se anula.
Por unanimidad de votos se concluyó que el secreto bancario es una manifestación de la vida privada y adquiere la naturaleza de un derecho fundamental.
En conclusión, la información que resguarda el secreto bancario no es de libre acceso, sino privada o confidencial.
Para el ministro Pardo Rebolledo la Constitución no establece una cláusula de habilitación al Ministerio Público para obtener, sin autorización judicial, los estados de cuenta bancarios o documentos análogos, al investigar en un proceso penal por un presunto delito de peculado.
En otras palabras, Jesús Manuel Esparza Flores jamás debió estar en prisión y ahora, deberán resarcirle más de cuatro años de impedirle ganar el sustento para su familia.
También deberán proceder las denuncias por extorsión y tortura que ya interpuso.
¡Se los dije!, pero el poder los llena de soberbia y no ven que la justicia tiene un diseño.
No es a capricho de un gobernante.
Te lo digo Juan para que lo entiendas Pedro.
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