El expresidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, realizó su conferencia “Retos y desafíos de las elecciones 2024”, en el marco de los Diálogos por la Democracia, foro plural abierto y democrático que realiza la COPARMEX Chihuahua.
En su mensaje inicial, Salvador Carrejo Orozco, presidente del organismo empresarial, agradeció la presencia del académico por la férrea defensa que ha hecho de las instituciones que garantizan democracia y participación ciudadana a los mexicanos.
Añadió que desde COPARMEX Nacional se ha ido construyendo un documento que refleja la aspiración que el sector empresarial tiene como país, el Modelo de Desarrollo Inclusivo. “Lo hemos venido trabajando desde el 2021, y tiene 20 componentes que resumen de manera muy general la visión del México que queremos”, expuso.
Agradeció a los asistentes por darle seguimiento a Diálogos por la Democracia, un proyecto creado por la COPARMEX Chihuahua en el que han sido convocadas personalidades del contexto local, y nacional, entre ellos aspirantes a cargos de elección popular, politólogos, empresarios, pensadores y gente preocupada por el futuro del país.
De manera introductoria a su conferencia, Córdova Vianello, reconoció a Chihuahua como cuna de la democracia en muchos sentidos al ser, por ejemplo, un estado central en la gesta revolucionaria, detonada por la aspiración de justicia social que a la fecha, según su visión, sigue sin ejercerse.
Asimismo, explico que la tendencia de la erosión de la democracia sigue avanzando paralelamente a la aceptación de decisiones autoritarias del gobierno federal. En ese sentido, indicó que el número de personas que está de acuerdo con una autocracia, pasó en los últimos años del 27% al 50%, por lo que, aseguró: “hoy, uno de cada dos mexicanos está en esta lógica de aceptación; esa desafección es probablemente el principal problema entre todos los temas estructurales que hay en el país, como la inseguridad, la pobreza, la violencia, entre otros”, sentenció.
Agregó que dichas problemáticas no se van a resolver eligiendo un líder carismático, que logre concitar los votos. “Eso ya lo vimos en cinco años del actual gobierno, encabezado por presidente que tuvo el mayor numero y porcentaje de votos en los últimos 40 años, y los problemas están ahí y se agravan”, expuso.
Al hablar de lo que se considera la elección más grande en la historia de México, dijo que sí lo es porque, conforme pasan los años, crece el padrón electoral, es decir, el número potencial de mexicanos votantes para la elección 2024 es de 98 millones, casi 10 millones más que en la elección del 2018.
Además, comentó que el número de puestos públicos que se definirán es inédito: 20,335, de los cuales 629 son federales y 19,746 locales, aunado a que es la primera vez que habrá evaluaciones sexenales a las gubernaturas encabezadas por MORENA; y, finalmente, se le considera así porque crecerá el despliegue operativo, con un gran desafío logístico para el INE.
Por otra parte, disertó sobre “el estado de salud de nuestro sistema electoral”, tema en el que consideró que el INE tiene una fortaleza muy grande, que es una credibilidad histórica del 80% de todos los mexicanos.
“El INE llega a esta elección gozando de cabal salud, no quiere decir que no haya riesgos, o que los órganos tengan un trabajo muy tranquilo, pero desde el punto de vista estructural, de bagaje, etcétera, llegan bien”, precisó, y destacó que ninguna de los 334 procesos que han organizado el INE y los OPLES en los últimos años ha habido conflictos post electorales.
Por otra parte, ante la duda de si la elección está resuelta a favor de algún partido o candidato, dijo no atreverse a afirmarlo, aunque reconoció que sí hay una aspirante y organización política favorita, no obstante, dejó claro, no se puede obviar el proceso. Ejemplificó la elección presidencial de Argentina, en donde a pocos días de la elección, al candidato oficialista se le daba por ganador en las encuestas, con un 3% de ventaja sobre su contrincante, no obstante, el día de la elección, este último ganó por una diferencia de 11 puntos porcentuales.
“Las elecciones hay que tomarlas con mucha cautela”, resaltó, al indicar que la tasa de rechazo en las encuestas es casi del 60%, por lo que convocó a los asistentes a tomar con reserva la información que emiten las casas encuestadoras, “porque no necesariamente miden bien”, sentenció.
Hizo hincapié en que los desafíos de cara a 2024 tienen que ver con el fortalecimiento y la cohesión interna del INE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y su capacidad para arbitrar adecuadamente un proceso con actores con una altísima deslealtad democrática.
Asimismo, lograr conducir el proceso electoral en un contexto de paz y de orden público, sin irrupción del crimen en los comicios. Y finalmente, la aceptación de resultados por parte de los contendientes y capacidad de las autoridades electorales (INE y TEPJF), para conducir un posible escenario postelectoral complejo.
Para cerrar su conferencia, enlistó algunas directrices sobre lo que se puede hacer ante el panorama descrito, entre ellas, que desde la ciudadanía se respalde a los órganos de control (INE, TEPJF, SCJN, INAI, etc.) como ocurrió con la campaña #ElINENoSeToca.
Dar seguimiento a las decisiones relevantes del INE y del TEPJF, darles respaldo y crítica pública para garantizar imparcialidad y autonomía; “La ciudadanía tiene que crear un contexto de exigencia al desempeño de esas autoridades, porque apoyarlos no es darles cheques en blanco”, precisó.
De igual manera, explicó, es necesario promover y potenciar la observación electoral (nacional e internacional), desde las etapas tempranas del proceso electoral. Combatir el discurso del “fraude” con información y amplia explicación (pedagogía) pública. Construir potentes mecanismos de verificación de información (fact checking), desde la sociedad y a través de medios independientes. Y finalmente, promover la participación ciudadana en las elecciones y su involucramiento en el proceso electoral.
Finalizó, diciendo que, si las tendencias de participación ciudadana se mantienen en 2024, es probable que la participación a nivel nacional en la elección presidencial oscile entre el 64% y el 65%, incluidos los jóvenes, a los que, reflexionó, hay que involucrarlos cada vez mas en las elecciones.