A 5 años de la muerte de Miroslava sigue impune su asesinato.
Miroslava pagó con su vida una relación posiblemente intensa, de cercanía con un maníaco poseído por sus debilidades escatológicas.
Javier Corral supo, tras la ruptura de su “amistad”, que ella lo investigaba; no se lo perdonó. Baste decir que fue visto en la escena del crimen, y uno se pregunta: ¿Qué diablos hace un gobernador en la escena de un crimen de una periodista de quien era “muy cercano”?
Más todavía ¿por qué sacó de la casa de Miroslava lo que la gente dice que parecía una computadora cargándola en sus brazos el mismísimo gobernador del estado.
¿Qué interés podría tener en ir a la escena?
Querría limpiar algo?
¿O ayudar a los MPs?
¿Por qué recurrió a una vil mentira y traición con su amigo el alcalde de Chínipas, quien ha pasado estos años en la cárcel injustamente?
El protocolo de Estambul para tortura está en poder de la CIDH y se ha demostrado en juicio la participación de manera presencial y activa tanto el ex gobernador Corral como de su fiscal general Peniche.
Muy pronto llegará la fecha en que el Profe salga de prisión totalmente exonerado. ¿Dónde quedarán los culpables?
En abundancia, decir que el gobernador Corral también participó !en persona!, en el cateo de la casa del Larry, supuesto autor material del homicidio de Miroslava, y que purga condena de 50 años.
En aquel cateo se encontró una memoria que contenía la información que propició el homicidio, y otras evidencias usadas para culpar al supuesto homicida.
¿Por qué Corral se apersona en momentos súper sensibles para la investigación?
Si su interés era recuperar algo, pudo encargarlo al fiscal o a cualquier agente.
¿O tan delicada era la información que no confío y se atrevió a ir involucrándose en la investigación del homicidio?
Invadir o contaminar la escena del crimen es una acción delicada. En una investigación seria y profesional, pero no le importó, pues con el sólo hecho alteró la escena; suficiente en términos jurídicos para anular la acusación.
¿Por qué Javier tomó ese alto riesgo?
¿Porque podía?
Si en este país existe todavía la justicia, Corral debe ser llamado a cuentas para conocer la verdad.
¡Claro! que él podría ir con la seguridad de que no será torturado, como él mismo ordenó e hizo, a los dos inculpados.
Cinco años después es casi imposible llegar a la verdad jurídica e histórica.
¿Qué motivó a Corral a intervenir en una escenas que correspondía a ministerios públicos o a los agentes de criminología o a los peritos de fiscalía, únicos autorizados para extraer evidencia en momentos tan cercanos al homicidio y después en la del presunto homicida.
El Larry, a 5 años del homicidio aún tiene las huellas de la tortura con la que le arrancaron su confesión.
Corral sigue campante. Nadie le ha preguntado dónde dejó la computadora y los materiales de Miroslava.
Tampoco sobre lo que se llevó de la casa del supuesto asesino. Javier fue un gobernador irresponsable que usó su tiempo para pasear o jugar golf, pero, curiosamente se dio tiempo para ir a cateos o escenas de ese homicidio.
No era su trabajo; era un riesgo contaminar las escenas. Corral debe saber quién y por qué asesinaron a Miroslava.
¿Acaso su interés en las condenas de los autores intelectual y material, no es para llamar la atención?
Y pensar ¿Qué lo movió a la comisión de esos errores?
Otra cosa que se nota es que sólo los más cercanos a Corral participaron en los hechos derivados del homicidio y tal vez en los hechos que lo motivaron.
¿Los encubrió?
¿Qué investigaciones haría Miroslava que motivarán la personal presencia de Javier en la escena del crimen?
Muchas preguntas y un homicidio impune. Podría saberse, algún día, la verdad y los verdaderos responsables del homicidio, que estremeció no solo a Chihuahua, sino al país entero, por la muerte de la apreciada Miroslava.
¿Pagarán por su crimen?
Muy pronto Claudia tendrá que pronunciar unas palabras: indefendible tu caso mi Javi. Mejor no, amiguis.
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