Aprender de la historia es fácil, sólo hay que revisar lo escrito.
¿Trabajamos y hacemos lo correcto?
¿Somos honestos en nuestro desempeño?
¿Hemos aprendido a retirarnos a tiempo?
¿Abusamos del poder y de las facultades a nuestro cargo?
¿Servimos a los demás con bondad y responsabilidad?
¿Cuál es el secreto?
El secreto está en comprender que todo en la vida es temporal, incluso la vida. La conciencia de que estamos unidos por un lazo indestructible, que viene implícito en la vida misma: Tenemos que dejar este mundo.
Creernos eternos es algo que ayuda a no pensar en la muerte, pero es mentira, tampoco los puestos de trabajo lo son, ni la situación económica, ni la salud. Todo es cíclico y debemos estar listos para retornar.
Por encumbrados que estemos, podemos regresar al origen.
La humildad, cuida que los éxitos, no perturben tu equilibrio.
La perspectiva de la vida es simple, no somos más que otros, si abusamos por poder, perderemos el sentido de humanidad.