La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó a Israel “detener inmediatamente su ofensiva militar” en Rafah, y más precisamente cualquier acción, en el marco de esta operación de una magnitud sin precedentes en los últimos cuatro meses, “que podría someter al grupo de palestinos de Gaza a condiciones de existencia capaces de provocar su destrucción física total o parcial”.
Esta decisión, dictada el viernes 24 de mayo por el más alto tribunal de las Naciones Unidas, aumenta la presión de la justicia internacional sobre Israel, que, según la AFP, continuó sus bombardeos en el enclave palestino el sábado por la mañana, incluido Rafah, después de dos órdenes anteriores de estos jueces.
Sudáfrica había presentado una denuncia ante ellos el 30 de diciembre de 2023, acusando al Estado hebreo de violar la convención sobre la prevención y represión del crimen de genocidio. Los magistrados no se pronunciarán sobre el fondo hasta varios años, pero vuelven a ordenar a Israel que tome medidas de emergencia.
El diario francés Le Monde dijo que en su primera decisión, emitida el 26 de enero, ya habían establecido que existe un riesgo “plausible” de que se violen los derechos de los palestinos de Gaza a no ser atacados por un genocidio. Esta vez, creen que existe “un riesgo real e inminente” de que la situación sea irreparable, “un mayor riesgo” de genocidio de los palestinos de Gaza.
“La situación humanitaria hoy puede calificarse de desastrosa”, leyó el presidente del CIJ, el juez Nawaf Salam. Desde su anterior orden del 28 de marzo, los magistrados consideran que la situación se ha “deteriorado”. Recuerdan que la víspera de la operación militar en Rafah, “Israel ordenó a casi 100.000 palestinos que evacuaran la parte este de Rafah y se unieran a las zonas de Al-Mawasi y Khan Younès en previsión de una ofensiva militar”.
Desplazamientos forzados
Al día siguiente, Israel se declaró dueño del puesto fronterizo con Egipto, cerca del cual se extiende Rafah, en el cul-de-sac sur de la Franja de Gaza. Durante los días siguientes, el ejército se estableció en la ciudad, más lejos de la terminal, acesó comandos aislados de Hamás y extendió sus órdenes de evacuación, hasta despoblar la ciudad en gran parte.
Basándose en los datos de la ONU, los jueces señalan que casi 800.000 personas han sido desplazadas de Rafah desde el 18 de mayo. En realidad, esta cifra ya está superada: nos acercamos al millón, es decir, la mitad de la población de la Franja de Gaza. Estas familias ya se habían visto obligadas en su mayoría a abandonar varios refugios improvisados en otros lugares del enclave, y continúan su vagabundeo.