El peso mexicano retrocedió frente el dólar estadounidense este lunes. La divisa local cedió terreno fuertemente en una reacción a los resultados de la elección del domingo, en la que Morena consiguió la Presidencia y mayoría calificada en el Congreso.
El tipo de cambio terminó la jornada en el nivel de 17.7141 unidades por dólar. Contra un registro de 16.9682 unidades el viernes, con datos del Banco de México (Banxico), este movimiento significó 74.59 centavos menos, equivalentes a 4.40 por ciento.
El precio del dólar se movió en un rango abierto entre un máximo de 17.7545 pesos y un mínimo de 16.9179 pesos. El Índice Dólar (DXY), del Intercontinental Exchange, que mide al billete verde con una canasta de seis divisas, caía 0.53% a 104.12 puntos.
Peor caída en cuatro años
El peso registró su peor jornada desde la pandemia luego de que Claudia Sheinbaum obtuvo una aplastante victoria en la elección presidencial y su partido Morena y aliados se encaminaban a dominar el Congreso, de acuerdo con los conteos preliminares.
Junto con el desplome del peso mexicano, el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores también se desplomó durante su apertura
Los mercados reaccionaron vendiendo activos mexicanos este lunes después de que los resultados preliminares de las elecciones en México arrojaran una mayoría calificada en la Cámara de Diputados para el partido oficialista y sus aliados. El peso mexicano arrancó la jornada cotizando a 16,97 pesos por dólar y cerró en 17,70 en mercados mexicanos, una caída de 4,3%.
Las reacciones financieras fueron atribuidas como una respuesta al “nerviosismo en el mercado”, explica Luis Gonzali, estratega financiero de Franklin Templeton.
“El escenario base que estaban pensando los inversionistas era que Sheinbuam ganaba la presidencia pero con un Congreso más dividido o pulverizado”. Por lo tanto, los resultados muestran una desviación de las expectativas del mercado.
“Hay una sensación de búsqueda de inversiones menos riesgosas que México ante la incertidumbre de lo que pueda hacer tanto la presidenta como el partido con una mayoría calificada en el Congreso”, “ya tenemos delineado el plan legislativo de Sheinbaum y hay varias cosas que a los mercados no les gusta, incluyendo la concentración de poder”, señala Gonzali.
Entre las reformas pendientes de López Obrador hay tres que buscan amarrar de manos a la iniciativa privada en el sector energético.
Analistas estiman que esto presionará las finanzas públicas en el equivalente de un 4% del Producto Interno Bruto (PIB). El Gobierno de López Obrador incrementó el déficit fiscal este año a casi 6% del PIB y el equipo de campaña de Sheinbaum ha asegurado que podrán reducirlo a 3% el próximo año sin necesidad de una reforma tributaria.
El déficit es “el más alto en más de tres décadas”, dijo la agencia calificadora de riesgo crediticio Fitch en un comunicado el lunes. “La difícil situación fiscal heredada por la administración entrante se debe a una combinación de aumento del gasto social, mayores costos de endeudamiento y elevadas inversiones debido a la finalización de proyectos de infraestructura prioritarios de la administración saliente… Si bien la administración entrante ha manifestado su voluntad de reducir el déficit a niveles consistentes con una trayectoria estable de deuda/PIB, persiste la incertidumbre sobre cómo se logrará. El apetito político por una reforma para mejorar la recaudación de impuestos sigue sin estar claro”, escribieron los analistas de Fitch.