Un agente de tránsito, un policía, un agente del estado o un Ministerio Público. Todos ellos son parte de la procuración de justicia, pero ellos, ni sus funciones, están contemplados en la Reforma Judicial que se pretende.
La pregunta es:
¿Cuál es la parte más corrupta?
Esta que le describo, que es la impartición de justicia y que empieza con una averiguación previa, luego pasa a un juzgado y también a los defensores de oficio.
Del resultado de un juicio surge la posibilidad de recurrir a tribunales de alzada en el orden estatal o federal.
La reforma que pretenden, le pega al 100 por ciento a esta última parte.
Si coincidimos en que la primera que le describí es la más corrupta, y que conocemos como prevención y procuración de justicia, pues esa parte no está incluida en la reforma.
La respuesta es simple:
Porque es parte del Poder Ejecutivo, no del Judicial, que es con el que se molestó el Presidente.
Además, en esa parte más corrupta se abusa de la prisión preventiva; lo cual propicia que hasta un 40% de los presos esté sin sentencia por más tiempo del que la Constitución les permite.
Pero, ¿a quién le importa?
¿Sólo a sus familias?… o ¿al gobierno?
No, al gobierno no, porque primero encierra… Y luego averigua.
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