La vida no es que hemos vivido, sino la que recordamos y cómo la recordamos.
Parafraseando al extraordinario Gabo, me viene a la memoria esta breve, pero certera afirmación del creador del realismo mágico.
Y qué mejor que esta sentencia para dejar en la memoria los acontecimientos de vergüenza nacional ocurridos ayer y hoy en la cámara de senadores en la que se aprobó la Reforma Judicial que pretende crear un sistema de justicia en el que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por el voto popular.
La reforma nace para complacer a una persona que odia, y que ha privilegiado la venganza en los últimos días de su mandato.
Que sea la historia la que registre los deleznables hechos de ayer y hoy, dejando claro que destruir la división de poderes, deja el camino abierto para un gobierno autoritario y sin contrapesos.
Con el PRI era y fue una vil simulación.
Esperábamos que no fuera igual, pero resultó peor:
El presidente de México o presidenta con a, mandará como nunca nadie pudo hacerlo.
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