Dr. Fernando Herrera
Este país tiene un presidente legítimo, elegido por la vía democrática por 30 millones de mexicanos; es un mandatario distinto a los que hemos tenido, su estilo puede o no ser del agrado de todos, pero algo real es que una base de poco más de 15 millones de mexicanos lo sigue desplazando a casi 4 años de gobierno. Tiene 22 entidades federativas elegidas para Morena y su coalición, y un poco más de congresos estatales, además de mayoría simple en el Congreso de la Unión.
Todo puede ser debatible y encontrar o no puntos de acuerdo; desde las obras emblemáticas que se empeñó en iniciar, como el Tren Maya, la Refinería y el transitsmico del sureste. Y nada pasa si estamos de acuerdo o no. El tiempo nos dirá si tuvo razón o no en sus decisiones. La economía con la estanflación; es decir sin crecer y con muy alta inflación nos pone en aprietos, pero nada que no podamos aguantar. En donde hay un fracaso absoluto es en la seguridad pública. La muerte del guía de turistas y el secuestro de tres personas son cosas de todos los días en el país y por mas miedo que tengamos tenemos que salir a trabajar, pero si algo faltaba para declarar al país inerme ante la delincuencia organizada y al tiempo declararnos en total y absoluta indefensión y descuido de nuestras autoridades. Eso que falta llegó de la manera más brutal imaginada, la muerte inútil, por ayudar a un herido, de dos sacerdotes jesuitas, en la sierra de chihuahua, a manos de un loco desquiciado por un juego de béisbol, además de alcohol y drogas en su organismo, viene a decirnos a gritos que ya basta, que se ha llegado a los límites jamás imaginados de inseguridad. Qué la política de abrazos del Presidente es ya su gran fracaso como Presidente. Y no es por exculpar a los gobernadores y Presidentes municipales sino por la conciencia de que estos dos últimos órdenes de gobierno no tienen los recursos para enfrentar a esos ejércitos de sicarios con armas superiores y mayores en número que las policías. Así que lo único que nos queda es el Ejército y la GN, pero el presidente no quiere combatir a los criminales por que también son seres humanos y tienen derechos. Es el gran fracaso de Andrés Manuel López Obrador y a los miles y miles de muertos y desaparecidos le agregamos ahora a dos inocentes jesuitas misioneros que mueren en vano y encima profanan sus cuerpos. Sr. Presidente, perdóneme pero ya no hay manera de entenderlo de otro modo: la inseguridad pública será el gran fracaso con el que pasará usted a la historia.
Terquedades
Si en chihuahua no se ponen las pilas y atrapan al chueco, los mismos Salazar; jefes del sicario asesino de los jesuitas, serán los que entreguen, por incendiar la sierra, o calentarles la plaza, pero con el riesgo de que lo dejen por ahí tirado para que lo encuentren. Un golpe tremendo sería que esa negociación, o persecución y hallazgo lo haga Sonora y no Chihuahua. Sería el gran fracaso del fiscal chihuahuense, que dañaría la imagen de la Gobernadora Maru Campos. El fiscal anda en otras cosas y no en lo que le toca. Ya se sienten las consecuencias. Sigan con su guerra interna y el daño está a punto de ser irreparable. Maru les dió su confianza; no la traicionen, dejen de pelear entre ustedes.