Se agudiza la crisis en el cine mundial

  • Vivimos entre secuelas y hasta muchas precuelas

La falta de creatividad de los escritores, que se refuerza con aquel dicho popular de que “ya no hay nada oculto bajo el sol”, visualiza una crisis, y grave, dentro de la industria del entretenimiento, básicamente en el cine.

Y es por ello que se echa mano a las secuelas de anteriores glorias, y algo que se está también convirtiendo en una gran constante: las precuelas.

Y así cerrará este año con películas recicladas por todas las empresas dedicadas a ello. Llámese Disney, Warner Bros, o los estudios Universal, entre otros.

El más cercano ejemplo lo vemos ahora con Beetlejuice 2, que tras 26 años de su estreno nos trae esta segunda, abordada de nueva cuenta por la genialidad de Tim Burton que rescata el guión original de Michael McDowell con aquel filme que vimos en 1988, pero que como los limones, ya no le sacó mucho jugo, a pesar de echar mano a grandes figuras, y otras no tanto.

En esta secuela participan precisamente por esas grandes glorias del cine como Michael Keaton que repite como antagonista principal, Winona Ryder y hasta la eternamente bella de Mónica Bellucci, junto con la frescura de Jenna Ortega -¡quién no la recuerda en su memorable papel de Merlina!- y hasta Willem Dafoe. Todo ello hace que el filme sea restacatable de entre tanto reciclaje y reciclaje

Beetlejuice 2 fue estrenada a principios de septiembre en las salas en Latinoamérica con buen éxito a pesar de sus grandes problemas financieros. El cochino presupuesto para hacer algo grandioso.

Hasta ahora lleva unos 245 millones de dólares recaudados en todo el mundo lo que representa además, un triunfo significativo paras Burton y para la casa Bros.

Foto: cortesía

Un cable de la agencia EFE recuerda que el presupuesto proyectado para esta segunda parte era de 147 millones de dólares pero las cosas se dispararon por lo que existía el riesgo de que la película fuera relegada a un estreno exclusivo en streaming dentro de la plataforma Max. Sin embargo, Tim Burton no lo consideraba como una opción viable pues decía que la obra está diseñada para ser disfrutada en la gran pantalla, así que le tuvieron que meter algunos tijerazos.

Y sí, los cineautas disfrutaron y gratamente de la película. Muchos de ellos fueron generosos en sus calificaciones de 3.7 sobre 5 en su calificación.

Pero a pesar de esa genialidad sobre la genialidad de Burton y sus grandes actores y actrices, no le quita la realidad de que el cine está en crisis. En grave crisis. Y por ello, otra vez, se comrpueba que las segundas partes muchas veces no son buenas.

Y para comprobar de este gran problema en el Séptimo Arte, espere antes de que se acabe el año las secuelas de Moana de Disney, o la precuela de Los Transformers, (Transformes One), que la convierte ya en la octava entrega. Sí la octava de la serie de películas, con la “gran” diferencia ahora de que esta vez será animada, para remitirnos esta vez al porqué de esas fuertes rivalidades entre Optimus Prime y Megatron. Obviamente todo ello, o parte de ello, en el planeta de Cybertron.

Citar secuelas y secuelas o hasta precuelas sería ocioso y hasta repetitivo, pero la realidad al final del día es que los amantes del cine van a mantenerse ayunos de buenas producciones, por que parece que ahora la principal preocupación no es la calidad, sino sólo el presupuesto. Mucho; y entre más, tontamente mejor para suplir esas genialidades, o su gran calidad.

Foto: cortesía Warner Bros.

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