- Considera que este tipo de reformas deben ser analizadas con la más alta presunción de invalidez, y, en principio, declarada inconstitucional.
CIUDAD DE MÉXICO.- El jurista Roberto Gargarella, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires, aseguró que la reforma en materia judicial aprobada en México “es preocupante e indignante”, por lo que debe ser analizada “con la más alta presunción de invalidez, y, en principio, declarada inconstitucional”.
Al impartir la conferencia magistral “Democracia y Constitucionalismo”, como parte de las actividades del Encuentro Jurídico Universitario y la Exposición Jurídica Literaria, aseveró que la forma en cómo se aprobó la reforma judicial es manifiestamente inválido “a la luz de cualquier ordenamiento en el mundo”.
Explicó que dichos cambios constitucionales “merecen ser analizados con la más alta sospecha, salvo que el poder político pueda probar que ha tomado esa decisión respondiendo a valores irreprochables y necesidades urgentes”.
Mediante un comunicado de la Suprema Coirte de Justicia, se dio a conocer que Gargarella aseguró que “estamos frente a decisiones del poder político que tocan las reglas procedimentales básicas y deben ser analizadas con el escrutinio más estricto y una sospecha alta que las decisiones han sido tomadas por el poder político para favorecerse”.
El también doctor en Derecho en la Universidad de Oxford y profesor visitante en universidades de Estados Unidos, Europa y América Latina recordó que entre los desafíos que enfrentan las democracias modernas, se encuentran la erosión democrática que actualmente ocurre cuando los Poderes Ejecutivos tienen mucho poder y aprovechan esta facultad para ir desarmando los sistemas de control, “lo vemos en casos como Brasil, Argentina y México. Se encuentran con una oportunidad de ir desarmando el sistema de controles, lo que acaba de ocurrir en México con la desarticulación de los organismos autónomos es un escándalo increíble”.
Otro problema, dijo, es la crisis de representación que se vive en las democracias contemporáneas, en las cuales existe una desconexión entre ciudadanos y representantes populares, “que hace que la clase dirigente actúe de manera autónoma de la voluntad ciudadana”.
El jurista, quien es un referente mundial en materia de constitucionalismo, concluyó que, si el poder político de turno cambia las reglas del juego en su favor o de un modo que le permite colonizar a los órganos de control o hacer más difícil los controles sobre él, esas reformas deben ser consideradas inconstitucionales.
En el Encuentro Jurídico Universitario también se realizó la mesa de diálogo “Dilemas de la elección popular de personas juzgadoras”, en donde las y los universitarios expresaron sus inquietudes porque sólo el 30 por ciento de quienes se han postulado a las candidaturas son mujeres y consideraron que en la aplicación de la reforma judicial no se vislumbra una democratización y modernización del sistema de impartición de justicia.