Al principio creí que era una política pública para combatir a la delincuencia organizada. Como siempre, le atiné, pero equivoqué el objetivo. Cero impunidad es el nombre irónico de los delincuentes electorales que hoy se dedican a violentar la ley, mediante el proselitismo electoral descarado, protegido y autorizado por el propio presidente de la República, reiterado el pasado domingo. Todos el gabinete recibió la instrucción de ir a los eventos de candidatos con gastos pagados. Ni más ni menos que lo que se hacía en el PRI, cuando se hacían responsables a los funcionarios de una dependencia de una zona, estado o candidatura en particular. La operación del gobierno, en las elecciones, no es nada nuevo, se trata de una vieja costumbre de hacer lo que sea para conservar posiciones. Lo que choca es que ya no es igual, por qué no somos iguales. Recuerdo que a los Amigos de Fox les impusieron una multa de 496 mdp y a la operación del PRI, le costó una multa de mil millones de pesos. Ahora, Lorenzo Córdoba y sus aliados, Ciro Murayama y sus aliados, siempre en pugna, están de acuerdo, al menos eso parece, en hacerse de la vista gorda ante la intervención directa y descarada del Presidente y funcionarios en las elecciones. O si habrá multas directas o a través del Movimiento Morena? Esperemos que antes de entregar sus bártulos hagan lo que deben, tanto Ciro como Lorenzo y compañías. Una sopa de su propio chocolate, descarada, pero con discurso de moralidad, honradez y lecciones de austeridad a los del pasado. Por cierto de la austeridad republicana ahora pasarán a la pobreza franciscana, que si entendemos la ironía, en la que el Presidente es campeón, gastarán más que nunca en su intervención ilegal en las elecciones, que además de presencial es financiada por el estado. Mientras tanto el INE sólo se duele de los pisotones, coscorrones, y pasadas por encima.
Ayer, en un conversatorio, que no fue tal, organizado en la Facultad de Derecho de la UACH, por el Congreso, en el que participaron las Presidentas del IEE, Yanco Durán Prieto y del TEE, Roxana García Moreno y a distancia por zoom el, todavía Presidente del INE, Lorenzo Córdoba, a este último dio pena escucharlo, en su intervención se atrevió a decirle al Congreso del Estado que no se meta en la reforma integral en curso en la materia electoral. ¿Quién es Lorenzo para frenar o impedir al Congreso de Chihuahua que haga su trabajo? ¿Acaso lo que se legisle en materia electoral es de su competencia? ¿Olvidó que eso hacen los legisladores? No fue una sugerencia ni un consejo. Perdida la dimensión de las atribuciones olvidó sólo dar su opinión y pretendió justificar sus órdenes, con la persecución al INE. Acostumbrado a que los Oples son suyos, aunque los paga el Estado con autorización del Congreso, no así con el TEE, se puso en plan de patrón y maestro a dar directrices disfrazadas de una participación libre en un foro, que no ideas en lo que se esperaba fuera un buen conversatorio.
Es cierto que han sufrido embates del gobierno, que están en asedio y sitio y bajo la espada de Damocles, en lo que tienen el apoyo de todos, pero eso no justifica la soberbia ni la arrogancia para dar lecciones y cuasi órdenes al Congreso de Chihuahua. Chihuahua es laboratorio político y punta de lanza en muchos eventos que han dado vida al país, y eso no cambiará.