Alito le dio la razón al presidente. Recordemos que en la mañanera afirmó que Xóchitl era la candidata de la oposición. Que él tenía la información de que ella sería la designada por los empresarios como Claudio X González.
Esa sola mención era suficiente para que el Frente Amplio por México llevara el proceso hasta el final.
Sin embargo, los coordinadores del Frente fallaron en su propósito de llevar a la práctica un proceso distinto, ciudadano, transparente y legítimo.
El Frente diseñó un proceso con foros, con encuestas y consulta a la ciudadanía. Nada ocurrió.
La irrupción orgánica de Xóchitl en la competencia desbordó las emociones y provocó que el procedimiento diseñado se violentara dando al traste con todos los propósitos iniciales. Nadie discute que Xóchitl sea la candidata ideal, nadie pelea el que su irrupción haya sido espontánea y exitosa.
Lo único que puede reclamarse al Frente es que en el camino rompió el proceso y le dio la razón al presidente.
Andrés Manuel dijo: eso ya está decidido. El Frente hizo todo lo necesario para que el presidente tuviera la razón, aunque haya un millón de explicaciones para negarlo.
El Frente perdió la enorme oportunidad de realizar un proceso cuidado, sin ponerle trabas ni a Xóchitl ni a nadie, pero al abortarlo pareciera que lograron quedar bien con el presidente.
Silvano, Francisco Javier y Santiago, junto a los miembros del Frente ya tienen encargos.
Ahora falta que resulte una vil mentira lo que dijo Xóchitl de no pendejos, no rateros y no guevones.
Pareciera que la única que realmente vale, que es Beatriz, quedará fuera por el trato dado, no porque ella no quisiera o no hubiera querido, pero la forma es fondo.
Al final el Frente salió con un cochinero.