Cuánto vale una ciudad? Es una pregunta que nadie se hace, pues pareciera no tener sentido saber cuánto vale una ciudad.
Sin embargo, cuando es destruída por un fenómeno natural, como acaba de suceder con Acapulco, es difícil saber lo que cada ciudadano posee en su casa, pero lo que sí se hace es darle un valor cercano a la infraestructura que se necesita para que funcione, en este caso una ciudad de turismo nacional y un porcentaje menor internacional.
Guerrero contribuye con unos 400 mil millones de pesos al PIB del país, de los que Acapulco aporta una tercera parte, esto es a ojo de cubero, pero creo andar muy cerca.
El valor de lo que produce una ciudad, en este caso, son unos 135 mil millones anuales de Acapulco; se multiplica por 12 para calcular el valor de toda la infraestructura que propicia y facilita que se dediquen al turismo.
En otras palabras, la infraestructura de Acapulco debe valer billón y medio.
No sé cuánto estará destruido, pero hagan su cálculo.
Este es un principio generalmente aceptado. Me refiero a usar ese parámetro para obtener el valor de una infraestructura, hoteles, calles, drenaje, agua, pavimento, medios de transporte, casas de la gente, etc.
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La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua, Myrian Hernández, ignora a propósito el Convenio de Viena de 1992, firmado por México, y las sentencias de la CIDH.
Más temprano que tarde pagará por sus fechorías.
César Duarte saldrá libre a pesar de ella. Al tiempo.
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